Los recién nacidos no sólo son capaces de captar e interpretar la luz y el sonido, el olor y el gusto, también pueden percibir emociones matizadas. Los niños muy pequeños miran las caras de los adultos y responden de maneras que parecen corresponder con sus expresiones verbales o faciales. Sonríen cuando lo hacen los adultos y se mueven al ritmo de éstos. Cuando las predicciones del bebé sobre la respuesta del adulto no se cumplen, el recién nacido da muestras claras de malestar.
Brazelton destaca que cuando el bebé tiene cuatro semanas de vida, las reacciones emocionales son claras. “El comportamiento del bebé es todo un lenguaje. Nos dice cuando empiezan a disgustarse, cuándo se desaniman, cuando empiezan a desconectar ante un exceso de estímulo, etc. Se puede saber a quién mira el bebé sólo con fijarse en lo que éste hace con las manos y los pies.”
Brazelton destaca que cuando el bebé tiene cuatro semanas de vida, las reacciones emocionales son claras. “El comportamiento del bebé es todo un lenguaje. Nos dice cuando empiezan a disgustarse, cuándo se desaniman, cuando empiezan a desconectar ante un exceso de estímulo, etc. Se puede saber a quién mira el bebé sólo con fijarse en lo que éste hace con las manos y los pies.”
Dr. Thomas Verny "El Futuro Bebé"
1 comentario:
Hola Paula,
És un grande placer estar visitando tu agradable y interessante blog.Haces un trabajo grandioso.
Saludos desde Brazil:
Geraldo
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